Este juguete no vibra como los demás… usa ondas sónicas que no necesitan ni tocarte directo para hacerte sentir todo. No se queda en lo superficial: estimula todo el clítoris, incluso las partes internas que otros juguetes ni alcanzan. Es una sensación profunda, envolvente… de esas que te hacen olvidar el mundo por unos minutos.
Además, tiene algo increíble: el “Cruise Control”. ¿Qué significa eso? Que no pierde intensidad aunque lo presiones contra tu cuerpo. Así puedes usarlo como tú quieras, con fuerza o apenas rozando, sin que se apague la magia.
Tiene 8 modos distintos, desde los más suaves hasta unos pulsos que te llevan a otro nivel. Y lo mejor: es totalmente impermeable, hecho de silicona suave y segura, así que también puedes usarlo en la regadera o darte un baño largo y muy placentero.
En resumen: es como si alguien hubiera diseñado el placer con cariño, tecnología… y muchas ganas de consentirte.
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